DESARROLLO no solamente significa crecimiento económico.
DESARROLLO implica ampliación de las
posibilidades humanas, fortalecimiento de las capacidades de las personas y aumento
de sus posibilidades de elección. Requiere la reducción de las desigualdades, incl.
lo que se refiera a la equidad de
género, la conservación del ambiente, la participación social, el
reconocimiento de las diversidades étnicas y regionales, entre muchas otros.
PROGRESO ECONÓMICO y PROGRESO SOCIAL están
culturalmente condicionados.
Para NAYARIT las supuestos cifras record
de la inversión privada en el ramo turístico, la entrega de equipo y maquinaria
para las comunidades agrícolas, las miles de despensas repartidas en las comunidades
indígenas de la Sierra no son indicadores de DESARROLLO.
Traer a Julio Iglesias y Luis Miguel
“totalmente gratis” o una pelea de box medio-importante, no es DESARROLLO ni CULTURA.
Los autoelogios sobre los supuestos
logros del “Gobierno de la Gente” y sobre el “histórico progreso” en Bahía de
Banderas son ejemplos más bien de una ANTI-CULTURA.
CULTURA y DESARROLLO se han convertido en dos conceptos
fundacionales que cubren toda una variedad de significados ambiguos y/ o a veces
confusos. Nos limitaremos a dos concepciones distintas del DESARROLLO (1).
Según la primera, el desarrollo es un proceso de crecimiento
económico, uno de expansión rápida y sostenida de la producción, la
productividad y el ingreso por habitante (algunos matizan esta definición
insistiendo en una amplia distribución de los beneficios de este crecimiento).
De acuerdo con la segunda concepción, adoptada por el informe
sobre desarrollo humano publicado anualmente por el PNUD (Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo), y asumida también por un gran número de
distinguidos economistas, el desarrollo se concibe como un proceso que aumenta
la libertad efectiva de quienes se benefician de él para llevar adelante
cualquier actividad a la que atribuyen valor. En esta concepción del desarrollo
humano (por oposición al desarrollo puramente económico), el progreso económico
y social están culturalmente condicionados. En esta perspectiva la pobreza no
sólo implica carecer de los bienes y servicios esenciales, sino también de
oportunidades para escoger una existencia más plena, más satisfactoria más
valiosa y más preciada.
Se han propuesto diversos indicadores de la calidad de vida,
tales como la longevidad, la buena salud, la alimentación adecuada, la
educación y el acceso al conocimiento acumulado por la humanidad, la ausencia
de desigualdades basadas en el sexo, libertades políticas y sociales, la
autonomía, el empoderamiento, el derecho a participar en la vida cultural de la
comunidad y en las decisiones importantes que tienen incidencia sobre la vida y
el trabajo de los ciudadanos, etcétera.
Evidentemente, todo conjunto de
indicadores cuantitativos siempre será insuficiente para dar cuenta de la riqueza
del concepto de “desarrollo humano”. Pero estos son los aspectos importantes
para la otra concepción del desarrollo, considerado como el fortalecimiento de
las capacidades de las personas y el aumento de sus posibilidades de elección,
y no sólo como la mera acumulación de productos materiales.
La función de la CULTURA es diferente
en las dos interpretaciones.
En
la concepción que hace hincapié en el crecimiento económico, la cultura no
desempeña un papel fundamental. Es puramente instrumental: puede favorecer un
crecimiento rápido o ser un obstáculo para él. Cuando las actitudes y las
instituciones culturales impiden el crecimiento, deben ser erradicadas. En este
análisis, la cultura aparece no como algo valioso en sí mismo, sino como un
medio al servicio de un fin: promover y sustentar el progreso económico.
Por otra parte en el seno de las sociedades ricas existen
grupos que rechazan el crecimiento indefinido o infinito y el consumismo, y han
elegido el criterio de lo estrictamente necesario y adecuado. En sus filas
encontramos a algunos investigadores, sacerdotes, comunidades y miembros de
ciertos grupos militantes (2).
Pero incluso a los partidarios del crecimiento económico se
les plantea la cuestión de saber si éste debe ser valorado como un fin en sí
mismo, mientras que los instrumentos —entre los cuales se encuentra la cultura—
sólo se valoran como medios; o si el crecimiento mismo sólo es un instrumento
con menos pretensiones que los aspectos culturales de la existencia humana para
desempeñar un papel fundamental.
Si reflexionamos, la mayoría de nosotros valoramos los
bienes, los servicios porque nos ofrecen una mayor libertad para vivir según
nuestros valores. Además, también es difícil aceptar que la cultura se reduzca
a una función puramente instrumental. Ciertamente, aquello a lo que otorgamos,
con razón, valor —este es el criterio último— tiene que formar parte de la
cultura. La educación, por ejemplo, promueve el crecimiento económico y tiene,
en ese sentido, un valor instrumental; pero, al mismo tiempo, la educación es
un elemento esencial del desarrollo cultural, dotada de un valor intrínseco.
Por consiguiente, no podemos reducir la cultura a una posición subalterna de
simple catalizador del crecimiento económico.
CULTURA da sentido a nuestra
existencia.
Es indispensable reconocer el
papel instrumental muy extendido de la cultura en el desarrollo y admitir al
mismo tiempo que este papel no agota todo lo que hay de cultural en la
apreciación del desarrollo. La cultura desempeña igualmente un papel porque es
un fin deseable en sí mismo, porque da un sentido a nuestra existencia.
Desempeña estos dos papeles no sólo en el contexto de la
promoción del crecimiento económico, sino también en relación con otros
objetivos, tales como la conservación del ambiente, la preservación de los
valores familiares, la protección de las instituciones civiles de la sociedad,
etcétera.
En la consecución de todos estos objetivos, algunos factores
culturales tendrán incidencias positivas, otros negativas; y en la medida en
que se valoran esos objetivos, se tienden a valorar - directa o indirectamente
- las actitudes y los rasgos culturales que favorecen la realización de dichos
objetivos. Sin embargo, cuando se trata de la cuestión esencial de saber por
qué concentrarse en estos objetivos particulares (entre los cuales se encuentra
el crecimiento económico, la reducción de las desigualdades, la conservación
del ambiente, la educación de acuerdo a valores, etcétera), la cultura se debe
entender de una manera más fundamental, no como un instrumento al servicio de
tales o cuales fines, sino como la base social de los fines mismos.
No podemos comenzar a comprender la denominada “dimensión
cultural del desarrollo” sin tomar conciencia de cada uno de estos dos papeles
de la cultura. La cultura no es pues un instrumento del progreso material: es
el fin y el objetivo del desarrollo, entendido en el sentido de realización de
la existencia humana en todas sus formas y en toda su plenitud.
Para NAYARIT las supuestos cifras record de la inversión privada en el ramo turístico, la entrega de equipo y maquinaria para las comunidades agrícolas, las miles de despensas repartidas en las comunidades indígenas de la Sierra no son indicadores de DESARROLLO.
Traer a Julio Iglesias y Luis Miguel “totalmente gratis” o una pelea de box medio-importante, no es DESARROLLO ni CULTURA.
Los autoelogios sobre los supuestos logros del “Gobierno de la Gente” y sobre “el histórico progreso” en Bahía de Banderas son ejemplos más bien de una ANTI-CULTURA (3) (4).
Difícilmente se puede hablar de DESARROLLO, si NAYARIT ocupa el segundo lugar nacional con mayor prevalencia de violencia contra las mujeres (5), si hay una deserción escolar del 13,4% (6) - aún por abajo del promedio nacional – y mientras que en el estado existan evidencias de INEQUIDAD Y MARGINACIÓN SOCIAL tan marcadas entre las localidades y entre los grupos socioeconómicos de las poblaciones (7).
El autoritarismo y el machismo de la
mayoría de los hombres con su cultura de dominación, en especial de los gobernantes
del municipio Bahía de Banderas y la simulación de procesos supuestamente
equitativos y participativos contribuyen al retroceso en materia de DESARROLLO.
Para que el desarrollo sea sustentable se requiere una “culturización” a todos los niveles. Lo cual necesita una macro inversión inteligente en educación cívica con la aplicación de herramientas antropológicas, sociológicas y de desarrollo comunitario. Es necesario facilitar “procesos de aprendizaje” con una masa crítica en cada poblado del estado.
Lo primero que se necesita es un cambio de paradigma a nivel de los funcionarios estatales y municipales. No existe ninguna dependencia estatal o municipal que tenga la sensibilidad, conocimiento y experiencia necesarios para conducir el cambio de paradigma: de una sociedad rural a una sociedad de generadores de soluciones innovativas en el campo o en la industria y de prestadores de servicios turísticos competitivos.
La integración de las universidades y de
la sociedad civil organizada donde hay un tesoro de conocimientos sobre la
creación de capital humano, parece difícil. Todavía se percibe como una amenaza
en lugar de un recurso que se puede aprovechar.
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NOTAS:
(1) Tomado de Javier Pérez de
Cuéllar “Nuestra Diversidad Creativa” (Introducción); Desarrollo Cultural.
UNESCO. http://unesdoc.unesco.org/images/0010/001055/105586sb.pdf
Javier Pérez de Cuéllar: http://es.wikipedia.org/wiki/Javier_P%C3%A9rez_de_Cu%C3%A9llar
(2) Utilizar lo menos posible es “cool”. La
felicidad no aumenta con el aumento del PIB per cápita: http://rivieranayaritone.blogspot.mx/2012/06/utilizar-lo-menos-posible-es-cool.html
¿Nos conviene el crecimiento o el decrecimiento del PIB?- Joan Martínez Alier
(3) EL GOBIERNO DE LA GENTE EN LA CRUZADA NACIONAL CONTRA EL HAMBRE: http://youtu.be/nHYrCZy6yZg /Vamos por más y
mejor Nayarit: http://youtu.be/rB-HFnOZOQM / Nayarit instala su propia
"Disneylandia" navideña: http://youtu.be/kX2ze_ml9CQ
BAHIA DE BANDERAS : Una
Nueva Historia de Progreso : http://youtu.be/OkiePusl-bw
(5) VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, “ORGULLO” QUE UNE A LOS HOMBRES DE
NAYARIT, SEGUNDO LUGAR NACIONAL EN MALTRATO FEMENINO http://www.rednayarit.net/info/nota8915.html#sthash.UG2unUbo.dpuf
(6) Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior: http://www.sems.gob.mx/es/sems/encuesta_nacional_desercion_ems
(7)
Municipio BAHÍA DE BANDERAS: Ejemplo de la bancarrota de la política de
desarrollo turístico nacional, estatal y municipal: http://rivieranayaritone.blogspot.mx/2013/06/municipio-bahia-de-banderas-ejemplo-de.html
Los gobernantes siguen "sacando raja" de la marginación sociocultural. Mira que considerar eventos culturales traer a Luis Miguel y Julio Iglesias. Me recuerda a quien dijo "...si el pueblo tiene hambre, pues denle pasteles"
ResponderEliminarEsteban